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jueves, junio 16, 2011

SERENO DESPERTAR




"El mundo es un negocio, y para mí la vida no es un negocio, es otra cosa muy diferente"


(Testimonio de un joven indignado)


"Nosotros debemos ser el cambio que queremos ver en este mundo"


(Gandhi)



Sereno Despertar

Ahora que la gente ha tenido que dormir en las calles para ser escuchada. Que mientras hay personas que se preocupan por discutir el modo de perfeccionar un sistema democrático imperfecto, otros, una mayoría aplastante, opta por la corrupción sabida, a las recientes elecciones municipales y autonómicas me remito, recuerdo las inestimables palabras de quién fué uno de los grandes escritores del siglo XX y un gran amigo de España, el premio Nobel José Saramago, un hombre brillante, nacido de una familia muy pobre, campesina y sin preparación, en una casa donde no había libros y en unas circunstancias económicas que no le habían permitido entrar en la universidad, según sus propias palabras "nada prometía un premio Nobel". Saramago fué un novelista enérgico, que combatía las religiones con furia, decía que "nos turbaban nuestra visión", y que con precisión visionaria hablaba de la democracia, el poder del Mercado, las dictaduras del poder económico o los Derechos Humanos, convencido de que la dignidad humana, más allá de las diferencias, siempre cuenta, y que el único valor que consideró revolucionario es la bondad: "si llegamos a una relación con el otro en que la condición principal sea respetar sus diferencias y no tratar de aplastarlas para hacerlo como uno, entonces aparecerá en nosotros lo positivo. Todos tienen derecho a un lugar en la Tierra, no hay motivo para que yo, por el hecho de ser blanco, católico, rubio, indio, negro, amarillo, sea superior. No podemos darnos el lujo de ignirar que el respeto humano es la primera condición de convivialidad". El reconocimiento internacional que mereció la obra de José Saramago fué, también, un homenaje esperado al portugués, una lengua admirable y extraordinaria, bella y fértil desde sus comienzos, una lengua próxima e íntima, una lengua hermana. Saramago siempre estuvo comprometido con la fuerza de la palabra, y comprometido con la vida hasta el final de sus días, fué un hombre que se esforzó por transformar las cosas, la lucidez en el grado que él poseía, es un priviligio de pocos. Sus libros eran intensos "El año de la muerte de Ricardo Reis", "Memorial del convento" o "Ensayo sobre la ceguera", para él "el sentido común se convierte en el instrumento más revolucionario en este mundo de locos que es el de la violencia". Saramago fué un visionario, y una de las pocas voces junto al humanista, economista y escritor José Luis Sampedro que explicó claramente la actual situación democrática y económica global, y que dijo siempre lo que pensaba, con honestidad, conocedor de que la honestidad no se usa mucho en los tiempos actuales, no vivimos exactamente en una epidemia de sinceridad, pero sabiendo que la gente tiene necesidad de que le hablen con honestidad, y no con engaño, práctica esta última muy extendida entre las clases políticas actuales, en nuestras democracias próximas y en nuestro propio sistema, injusto desde su origen, de listas cerradas, leyes por decreto y sin consenso, poco diálogo y mucha confrontación e insulto fácil, políticos que abusando de su poder y posición han venido gobernando de espaldas al ciudadano largo tiempo, mirando más hacia la evolución de los mercados y a su propio beneficio que al hecho de mejorar la calidad de la vida cotidiana de la gente, de sus electores, que eso es lo que también han olvidado. Hoy, el ciudadano es lo último de lo último. Democracia es trabajo de todos para hacer mejor un país, no una clase (la clase política), democracia no son políticos con cuatro sueldos astronómicos (periodo de prueba, y el que no cumpla, a la calle), democracia es diálogo, es participación activa, es transparencia en la financiación, democracia es un acceso justo a la vivienda, son unos sueldos dignos para todos, democracia es consenso e independencia del poder judicial.



La gente española ha salido a la calle para exigir a la clase política-financiera que cambie el rumbo, que no saquee nuestro estado del bienestar, por el que tanto se luchó en el pasado, nuestros abuelos, nuestros padres, pervirtiendo el ideal democrático y recortando nuestros derechos. Si hoy viviera José Saramago estaría al lado de los mils de personas conscientes e indignados que en España y en otros países han pisado las calles para decir Basta, como lo ha hecho el humanista José Luis Sampedro. Cada vez es mayor el número de Españoles que hacen suyas las propuestas y respaldan el Movimiento 15M, porque han despertado y se han dado cuenta que las democracias actuales apartadas de sus expresiones de origen han sido profundamente desvirtuadas en esencia. Cabe recordar que Grecia, hoy un país democrático en bancarrota, fué la cuna de la democracia moderna; la democracia, como nos recuerda Saramago apareció en la Grecia clásica, más exactamente en Atenas, hacia el siglo V antes de Cristo, y esa democracia "presuponía la participación de todos los hombres libres en el gobierno de la ciudad; que se basaba en la forma directa..., que los ciudadanos tenían derecho a votar y a presentar propuestas en las asambleas populares. Una razón más para que nos detengamos un instante a ponderar lo que nuestra democracia es y para qué sirve". Esta caricatura de democracia actual no es como bien nos recuerda Saramago "la democracia de los sabios e ingenuos griegos, sino aquella otra que los pragmáticos romanos habrían implantado en sus tierras latifundistas si con ello hubieran encontrado alguna utilidad, como oso decir que está sucediendo a nuestro alrededor en este comienzo de milenio: disminuidad y rebajada por mil condicionantes de toda índole, ya sean económicos, financieros o tecnológicos, esta democracia, que no nos quede ninguna duda, habría conseguido que los latifundistas del Lacio mudaran rápidamente de ideas, convirtiéndose en los más activos y entusiastas demócratas" (sin embargo, en Roma, heredera y continuadora de las innovaciones civilizadoras de los griegos, el sistema democrático no consiguió establecerse. Conocemos las razones, el enorme poder económico de una aristocracia latifundista que veía en el sistema democrático, muy justificadamente, un enemigo directo de sus intereses). "En principio, a ninguna comunidad mentalmente sana se le pasaría por la cabeza la idea, de elegir a individuos corruptos y corruptores como sus representantes, en sus parlamentos o en los gobiernos, aunque la amarga experiencia de todos los días nos enseña que el ejercicio de amplias áreas de poder, tanto en ámbitos nacionales como internacionales, se encuentran en manos de esos y otros criminales, o de sus mandatarios directos o indirectos", o no aprobaría "las relaciones de concubinato entre los estados y los grupos económicos internacionales cuyas acciones delictuosas, incluyendo las bélicas, están conduciendo hacia la catástrofe al planeta en que vivimos". Aprendamos de los libros y de las lecciones de la vida dice Saramago. Y eso es justo lo que no hacemos: el Ser Humano aprende poco de sus errores, por poner un ejemplo en las pasadas elecciones municipales y autonómicas los partidos mayoritarios presentaron como candidatos en sus listas más de cien cargos corruptos o implicados en juicios por corrupción y otros delitos, y muchos han salido elegidos de nuevo, como ocurrió en la comunidad valenciana, sin ir más lejos. Como dice el juez Baltasar Garzón, "en España se ha perdido el miedo a ser corrupto, porque te siguen eligiendo para el cargo", eso es lo que no puede ser, ni podemos consentir los españoles de a pie.



De poco nos servirá tener una democracia politica que "no se constituya en raiz de una efectiva y concreta democracia económica y de una no menos concreta y efectiva democracia cultural, cada una complementaria de las otras", arquetipo democrático que representó una de las más "congregadoras banderas cívicas que alguna vez, en la historia reciente, fue capaz de conmover corazones, estremecer conciencias y movilizar voluntades" nos recuerda Saramago. Pero hoy la idea de una democracia económica "ha dado lugar a un mercado obscenamente triunfante, y la idea de una democracia cultural ha sido sustituida por una o menos obscena masificación industrial de las culturas. Creemos haber avanzado, pero, de hecho, retrocedemos". Según el escritor portugués "la cuestión central en cualquier tipo de organización social humana, de la cual todas las demás discurren y hacia la que, más pronto o más tarde, todas acaban concurriendo, es la cuestión del poder, y el principal problema teórico y práctico con que nos enfrentamos está en identificar quén lo detenta, en averiguar cómo llegó hasta él, en verificar el uso que de él se hace, los medios de que se sirve y los fines a los que apunta". Hoy en día el sistema de organización social que hasta aquí hemos designado como democrático se ha convertido cada vez más en una plutocracia (gobierno de los ricos) y es cada vez menos una democracia (gobierno del pueblo). "Una democracia que no se auto-observe, que no se auto-examine, que no se auto-critique, estará fatálmente condenada a anquilosarse". Como nos dijo Saramago "en un mundo que se ha habituado a discutir de todo, sólo una cosa no se discute, precisamente la democracia. Pues digo yo, discutámosla, discutámosla a todas horas, discutámosla en todos los foros, porque si no lo hacemos a tiempo, si no descubrimos la manera de reinventarla, sí de reinventarla, no será sólo la democracia la que se pierda, también se perderá la esperanza de ver un día dignamente respetados los Derechos Humanos en este infeliz planeta. Y ése será el gran fracaso de nuestra época, la señal de traición que marcaría para siempre jamás el rostro de la humanidad que ahora somos. No tengamos ilusiones, sin democracia no habrá Derechos Humanos, sin Derechos Humanos no habrá democracia"


Saramago se interroga así: "¿A qué visión suficientemente democrática del pasado valdría la pena regresar, para, apartir de ahí, reconstruir con nuevos materiales lo que hoy está en vías de perderse? ¿A la Grecia antigua? ¿Alas ciudades y repúblicas mercantiles de la Edad Media? ¿A la del liberalismo inglés del siglo XVII? ¿A la del enciclopedismo francés del siglo XVIII?". Dejemos de considerar la democracia como algo intocable y reinventémosla como nos dijo Saramago.



Hoy el Mercado es el único poder realmente digno de ese nombre, "ese que no es democrático porque no lo eligió el pueblo". Pero "ni las derrotas ni las victorias son definitivas. Eso les da una esperanza a los derrotados, y debería darles una lección de humildad a los victoriosos.

La degradación social y democrática era tan evidente en España y en otros países antes de que brotara el Movimiento ciudadano 15M que ya todo era ferocidad, caos, individualismo, competencia a ultranza de todos contra todos, el desprecio de los más débiles y de la cultura, la amnesia generalizada y el conformismo como regla.

La sociedad española ha despertado y ha dicho BASTA. Ahora la gente está perdiendo el miedo a hablar, ahora se reune, dialoga, propone, se implica, participa de nuevo a través de asambleas callejeras, habla de lo que le preocupa y de lo que no le gusta, está empezando a tener conciencia crítica sobre la realidad, y a ejercerla, han dejado de ser espectadores pasivos para convertirse en actores comprometidos.




Estos son algunos testimonios de personas españolas "indignadas" que han decidido involucrarse en el desarrollo y actividades del Movimiento ciudadano 15M, tomando parte activa en sus asambleas o sus actos, y apoyando sus propuestas de mejora social y de cambio profundo en una sociedad que ha entrado en crisis, en un mundo globalizado que no cuida de su hábitat y que por el irracional, desmesurado e injusto agotamiento de los recursos naturales camina hacia su auto-destrucción.


"El Movimiento ciudadano 15M es ya algo inevitable. La ciudadania está empezando a tomar conciencia de que la democracia es participación, y es estar presente en la sociedad. El Movimiento 15M tiene que salir a los barrios para que la gente empiece a tomar conciencia de que en ellos esta la fuerza de que esto cambie".



"Participar en el proyecto 15M es muy importante. La ciudadanía se ha levantado, creo que las razones para la indignación son tremendas. Es importante que toda la masa crítica que estos días ha salido a las calles, una parte importante pudiera quedarse dentro del Movimiento trabajando a medio y largo plazo, si eso sucede, ya se habrá conseguido mucho. La cuidadanía se está convirtiendo en un sujeto político activo, independientemente de la representación que haya o no haya en las instituciones, en los ayuntamientos, en los parlamentos. Este Movimiento es una forma de de decir que con nosotros se puede hacer todo, contra nosotros no vamos a dejar que se haga nada, porque el poder de la calle es el poder de la calle, aunque no esté regulado por ley, al fin y al cabo la libertad de expresión es eso, debemos aprender a gobernar las instituciones desde fuera, las leyes nos lo permiten, y si no nos lo permitieran habría que hacer leyes que sí nos lo permitieran, por tanto ánimo!, este es un proceso que está empezando y que perviva en el tiempo depende de la voluntad de cuantos más mejor, yo de momento me sumo, y por aquí veo a mucha gente que también se suma y por lo tanto esa es la esperanza que tengo".



"Tengo que decir que no creía en una revolución como ésta, no creía que se fuera a levantar tanta gente a nivell global, pero si se está dando es por algo. Creo que es un Movimiento totalmente necesario y estoy muy orgullosa de participar en él".



"Pienso que estábamos muy dormidos y hemos comenzado a despertar, a salir a las calles, que son nuestras, a reclamar nuestros derechos, a reivindicar algo que ya tendríamos que tener, si no no sería necesario este Movimiento. Mi sentimiento es, aparte de indignación, de orgullo porque estaba muy decepcionada con el Ser Humano, y la gente se está dando cuenta que todos nos estamos uniendo, que esto es muy importante, nos estamos uniendo al margen de la ideología, las religiones, de lo que sea, por una misma causa, y si seguimos así como hasta ahora, yo creo que todo es posible".



"Me parece muy bien el Movimiento 15M, ya era hora. En Mayo del 68 pedían lo imposible, aquí hay que llegar a hacer lo posible, poco a poco, esto no es cosa de un día, si no que se necesita un proceso largo, se necesita que la gente aparque a un lado el individualismo, y sienta empatía por los demás, así funcionan las cosas, todos tenemos nuestra ideología, pero estamos aquí por un fin común, y creo que es lo más importante de todo. Nosotros nos tenemos a nosotros mismos y es más importante eso que todo lo demás".



"Estoy encantada de la vida de ver toda esta gente joven y este aire nuevo que hay aquí en la plaza, hay gente mayor que también interviene en las asambleas con la experiencia de sus años. Este Movimiento es un soplo de aire fresco, que se necesitaba y que espero que dure y que se incremente y que continúe".



"Este es el Movimiento de todos. Tú que estás al otro lado de esta cámara y sientes que te están robando, que te están engañando y que no tienes toda la información, tú eres parte de este grupo y te invitamos a participar porque todos somos líderes, en España somos 45 millones de líderes que deberíamos estar reclamando nuestros derechos, y reclamando la vida que nos han prometido, te esperamos, nos une mucha indignación".



"Lo más importante es que al fin los jóvenes y la gente han despertado del letargo en que nos tenían tanto la política, como la sociedad, como el sistema capitalista. Me emociono y me enorgullece ver como por fin la gente se reune, se mueve, quiere expresarse, quiere tener sus ideas. Ya ha servido para algo, la sensación que tiene la gente de unión ante el problema, la sensación que tiene la gente de querer involucrars, la sensación que tiene la gente de luchar por fin. Sí ha servido, sí era muy necesario un Movimiento ciudadano como este".



"Yo estoy aquí en esta acampada lo más activo posible dependiendo del tiempo que pueda, porque creo que es importante cambiar las cosas, ya no pueden seguir así, el mundo es un negocio, y para mí la vida no es un negocio, es otra cosa muy diferente".